
Autor: Luz Katherine Castellanos Gil
¿Te preguntas cuándo llegará el amor?
Cuando dejes de buscar el amor ideal y sepas reconocer el amor posible.
Cuando dejes de buscar al hombre o a la mujer perfecta y veas a un ser humano con virtudes y defectos.
Cuando te reconozcas a ti mismo en vez de vivir huyendo de lo que eres.
Cuando dejes de buscar atención y empieces a ocuparte de ti.
Cuando dejes de jugar a la víctima y entiendas que si no te toman en serio, es porque tú no te tomas en serio.
Cuando dejes de buscar un tesoro mientras sigues lloriqueando por baratijas.
Cuando dejes de llamar nobleza a tu soberbia.
Cuando dejes de esperar que otro te valore y te animes a descubrir por ti mismo, cuál es tu verdadero valor.
Cuando seas capaz de ver en los ojos de una persona, el valor real de un ser humano.
Cuando aceptes tus derrotas en vez de refugiarte en el orgullo.
Cuando dejes de ver en el amor, un pagaré que puedes hacer efectivo, siempre que te sientas estafado.
Cuando reconozcas que es el miedo el que te lleva a dar el primer golpe, para adelantarte al que temes que vendrá.
Cuando dejes de calcular tus actos, previendo el movimiento que hará el otro.
Cuando dejes de esperar esa gran oportunidad, mientras desprecias lo que la vida te ofrece y siempre estuvo en frente tuyo.
Cuando dejes de rechazar las lecciones que te brinda la vida y con humildad aceptes tus errores.
Cuando abandones tu apetito voraz de pretender que otro llene tus vacíos.
Cuando dejes de esconderte y te aceptes como eres, no como pretendes que los demás te vean.
Cuando aprendas a tomar decisiones y asumas sus consecuencias, en vez de naufragar en la incertidumbre, buscando garantías que no existen.
Cuando abandones los caprichos de tu ego y empieces a escuchar tu sentir.
Cuando dejes de sufrir inútilmente y te decidas a aprender.
Cuando dejes de ser esclavo de las apariencias y del qué dirán.
Cuando abandones las certezas que te ciernen como muros y te atrevas a descubrir el mundo con ojos nuevos.
Cuando entiendas que el amor no es para cobardes y si no eres capaz de luchar por él, no lo mereces.
Cuando dejes de exigir y empieces a dar eso que esperas recibir, entonces, habrás encontrado el amor.